SANTIAGO (República Dominicana).-“El imputado que quiera seguir corriendo que corra, pero nosotros vamos a seguir, ocupándole sus propiedades ilícitas, allanando y arrestando a todo el que tenga vínculos en este proceso, sea militar, sea civil, o la naturaleza que sea su oficio …”, aseguró este jueves la procuradora adjunta Yeni Berenice Reynoso, en referencia a los prófugos de la Operación Falcón.
Al salir de la audiencia de conocimiento de la medida de coerción contra 23 de los implicados en la red de lavado de activos del narcotráfico desmantelada con la citada operación, la directora de Persecución del Ministerio Público explicó que varias personas están siendo investigadas y que, en caso de que vayan a ser procesadas, serán presentadas ante un tribunal dentro del plazo de las 48 horas de su arresto, como establece el marco jurídico.
Reynoso rehusó ofrecer nombres de las personas que podrían ser traducidas ante los tribunales en las próximas horas.
En la Operación Falcón, el Ministerio Público y los órganos de seguridad del Estado se emplearon a fondo, con la cooperación de la Administración de Control de Drogas (DEA), en el uso de herramientas tecnológicas para la investigación que dio seguimiento a la amplia red transnacional dedicada al narcotráfico y al lavado de activos.
Los investigadores determinaron que los integrantes de la organización se comunicaban mediante varias aplicaciones de mensajería instantánea y, con la pericia de los fiscales y de los agentes antinarcóticos, las autoridades lograron obtener información de inteligencia que permitieron la desarticulación de la red del crimen organizado que operó por más de 15 años a la sombra de la justicia dominicana.
Reynoso resaltó que la jueza Iris Borgen avanza en el conocimiento de la medida de coerción que recesó este jueves cerca de las 7:00 de la noche.
“A la defensa le ha resultado imposible rebatir, en base a argumentos jurídicos sostenibles, la acusación tan fuerte y la investigación que ha hecho el Ministerio Público sobre esta red”, enfatizó.
Reiteró que la organización criminal movía cientos de millones de dólares en varios países y se constituyó en una de las principales redes de criminales que operaban en Iberoamérica.